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lunes, 18 de febrero de 2013

Evaluación del desempeño en estructuras organizativas horizontales

Las estructuras organizativas planas u horizontales se caracterizan por contar con pocos o ningún nivel jerárquico que intervenga en la toma de decisiones y que diferencie al personal de los responsables. Esta estructura es típica en organizaciones pequeñas o dentro de unidades de trabajo en organizaciones más grandes, si bien se puede apreciar una tendencia en las organizaciones hacia el aplanado de su estructura jerárquica.

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Las organizaciones que adoptan el modelo jerárquico plano habitualmente tienen una cultura de empresa muy fuerte y tratan, mediante la estructura organizativa, de abordar los siguientes puntos:
  • Mejora de la productividad, al reducir el peso de la estructura organizativa, se reduce el personal que no interviene directamente en el proceso productivo de la organización, reduciendo por tanto los costes. También se aprecia en estas organizaciones un incremento de la eficiencia al reducirse el proceso burocrático de toma de decisiones que mejora la  productividad.
  • Salvar el salto generacional con la Generación del Milenio o “Y”. Hasta la Generación “X” se aceptaba la estructura jerárquica dentro del trabajo y se planificaba la vida laboral en torno a la propia promoción. La Generación “Y” prima el trabajo en equipo y el logro conjunto sobre el respeto a la estructura jerárquica.
Con todo, sigue siendo necesario, incluso dentro de estas organizaciones planas, evaluar el trabajo desempeñado por cada empleado, para poder diferenciar el grano de la paja, potenciar a los empleados con más aptitudes, descartar a aquellos que son nocivos para la organización y nunca olvidarse reconocer a la inmensa mayoría que sacan el trabajo adelante.

Las organizaciones que han adoptado este modelo jerárquico se encuentran con determinados problemas que hacen necesario implementar un modelo de evaluación que a su vez desencadena problemas adicionales:
  • Gestión del potencial, la falta de un modelo de evaluación impide detectar a los empleados con potencial (o todo lo contrario) y elaborar planes que permitan aprovechar al máximo dicho potencial.
  • Políticas de retribución, el no contar con una herramienta de medición del rendimiento de los empleados provoca desajustes en la remuneración, fuente habitual de insatisfacción en los empleados de la organización.
  • Evolución profesional, si no se cuenta con un modelo adecuado de evaluación del rendimiento de los empleados, estos se pueden encontrar desasistidos a la hora de asumir responsabilidades o competencias adicionales a su puesto.
  • Falta de evaluadores, al carecer de jerarquía o tenerla reducida al mínimo, si se implanta un modelo de evaluación el rol tradicional del evaluador como responsable jerárquico recae en muy pocas personas que, en la mayoría de los casos, no cuenta con el tiempo para realizar la evaluación de todas las personas que están a su cargo.
  • Falta de cultura de evaluación, implementar un modelo de evaluación en una empresa no acostumbrada a ello puede chocar con la propia cultura de la empresa.

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El modelo de evaluación que se recomienda para este tipo de organizaciones es la Evaluación Abierta o “Libre 360”. La Evaluación Abierta permite al empleado decidir sobre qué criterios quiere ser evaluado y por qué personas de la organización quiere ser evaluado. Además, durante el propio proceso de evaluación, cualquier empleado puede espontáneamente evaluar a cualquiera de sus compañeros.

La Evaluación Abierta requiere una  implicación y madurez de los empleados de la organización superior al requerido en las estructuras jerárquicas tradicionales que debe ser heredada de la cultura de la empresa. El departamento de Recursos Humanos, en este caso, deberá analizar no sólo los resultados de la evaluación de cada empleado, si no las decisiones que ha tomado cada empleado en su proceso de evaluación para ser evaluado.


domingo, 25 de noviembre de 2012

Gamestorming

Recientemente, mientras me documentaba sobre el fenómeno de la Gamificación para aplicarlo a la reducción del periodo de aprendizaje de un trabajador sobre una determinada herramienta, me encontré con el libro "Gamestorming: 83 juegos para innovadores, inconformistas y generadores del cambio" de Dave Gray, Sunni Brown y James Macanufo.

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El libro plantea que con el progresivo cambio de la economía industrial a la economía del conocimiento, los trabajadores también necesitan cambiar la forma en que realizan sus tareas: ya no es suficiente con cubrir las necesidades de un puesto perfectamente definido con unas responsabilidades claras y concisas. El trabajador del conocimiento ha de ser creativo, innovar, sorprender y no se nos va a permitir adoptar el típico "es que yo no soy una persona creativa". 

Para combatir esa situación, los autores del libro se embarcaron en la tarea de recopilar los métodos y las prácticas que las personas creativas de organizaciones punteras utilizan en su proceso creativo y darle el sentido que los que nos sentimos menos creativos necesitamos para ponerlos en práctica. El resultado son 83 juegos para incentivar la creatividad (número de juegos que sigue creciendo en la página web que han creado a tal efecto: Gogamestorm).

La utilización de los juegos para ayudar a nuestro proceso creativo requiere de tres fases que han de quedar claramente diferenciadas durante la ejecución del juego:
  1. La apertura, en la cual han de exponerse las condiciones del juego y el objetivo que se persigue.
  2. La exploración, momento en el cual realmente tiene lugar el juego y se desarrollan y evolucionan las distintas cuestiones que se han abierto durante la fase de apertura.
  3. El cierre, que debe servir para llevar a un punto común todos los elementos que se han tratado. Es posible que el cierre nos lleve a decidir que no es el camino que queríamos tomar, pero es importante cerrar siempre.
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Uno de los principales argumentos para que se active el proceso creativo durante el juego ha de ser que el objetivo del mismo sea lo suficientemente difuso como para que los participantes del juego no vean una línea clara de resolución en base a su experiencia laboral, pero suficientemente concreto como para que se obtenga un resultado que mejore la situación actual con una solución nueva.

El objetivo nos da la visión del conductor y organizador del juego, pero no aporta mucha información sobre las sensaciones de los participantes. Como participante de muchas sesiones de lluvia de ideas mal realizadas en la que se critican abiertamente las ideas
aportadas, veo la opción del gamestorming como una opción que me da más opciones para involucrar a la gente y evitar caer en los vicios de otro tipo de sesiones menos estructuradas.

Ya os contaré cuando consiga poner en práctica alguno de los juegos sugeridos en el libro, y el resultado obtenido.

miércoles, 31 de octubre de 2012

La paradoja de la productividad

A finales del siglo XX se empezó a analizar el porqué del escaso o nulo impacto que tenía el incremento en los medios tecnológicos sobre el nivel de productividad. Esta situación se conoce como Paradoja de la Productividad o Paradoja de los Ordenadores de Solow.


Robert Solow, economista estadounidense, dijo que se podía ver el establecimiento de la era de los ordenadores en todos sitios menos en los gráficos de productividad. Profundizando más sobre este tema, Erik Brynjolfsson indicó, ya en 1993, que era necesario analizar con más detalle la relación entre la tecnologías de la información y la productividad, así como la medición del impacto entre ambos factores, antes de caer en el alarmismo.

Quizá por ello, es necesario analizar que se está midiendo bajo el concepto de productividad. En el sector de industria, la productividad es evidente, la relación entre los medios disponibles y lo producido es directa, aunque siempre es necesario identificar los cuellos de botella que limitan la producción, como estableció Eliyahu Goldratt en su libro La Meta. Pero, en el sector de los trabajadores del conocimiento, ¿son la tecnologías de la información el cuello de botella que impiden el aumento de la productividad?

Brynjolfsson argumentó que existen cuatro causas probables que explican la paradoja:
  • Medición incorrecta: Existe incremento de la productividad, pero las mediciones no las reflejan.
  • Redistribución: Existe incremento de la productividad a título particular, a costa de las pérdidas de otros, dejando poco incremento neto.
  • Efecto tiempo: El incremento en la productividad aparecer en el largo plazo.
  • Errores de gestión: No hay incremento por las dificultades en gestionar las tecnologías de la información y la información que generan.
De estas cuatro causas, solo una de ellas implica la inexistencia de incremento real de la productividad y está ocasionada por el mal uso de las tecnologías de la información. Es por tanto controlable, puesto que son los empleados los que caen en los errores de gestión, pero para ello es necesario mirar en la dirección adecuada y analizar si se está dando el uso adecuado a las herramientas tecnológicas que actualmente las empresas ponen a disposición de los trabajadores.
¿Se le da el uso correcto a cada herramienta tecnológica (correo electrónico, internet, software de gestión, repositorios de información, etc.) o colaboran a la distracción y por tanto deficit de productividad?